Muchas personas piensan que el matrimonio es algo pasado de moda, que solo se circunscribe a las personas muy tradicionales. Vivir juntos sin estar casados no está mal visto en la actualidad y, por ende, para muchas personas el matrimonio se volvió un trámite innecesario. Sin embargo, este sacramento sigue estando en las leyes porque tiene muchas ventajas.
Mismo reconocimiento, pero más facilidades
Un hijo de una pareja no casada tiene el mismo reconocimiento legal que un hijo de una pareja casada. Incluso, hay países donde las uniones estables de hecho o concubinatos acarrean los mismos derechos y deberes familiares que los matrimonios. Sin embargo, es menester recordar que estar casado facilita mucho las circunstancias.
Por ejemplo: en caso de situaciones de emergencia, explicar que se es esposo o esposa puede facilitar mucho las cosas para obtener información. De igual forma, eso sucede en temas bancarios, pues al estar casados, será factible tener cuentas conjuntas con firmas indistintas, o incluso, optar a pólizas de seguro mancomunadas.
Temas de nacionalidad
Si estás en una unión estable de hecho con alguien que tiene otra nacionalidad, es muy probable que el Estado te garantice residencia. No obstante, la adquisición de nacionalidad por matrimonio solo suele producirse en esos casos: cuando existe un matrimonio de por medio.
Nacionalizarse puede parecer innecesario, pero existen elementos clave a través de los cuales se puede beneficiar la persona, como el derecho al voto, un pasaporte adicional o el acceso a subsidios públicos. Esto solo se logrará con un matrimonio.
Establecer el régimen de ganancia
Si dos personas están juntas pero no casadas, se vuelve cuesta arriba si desean compartir sus bienes, pues probablemente deban formar una sociedad. En cambio, si están casados, pueden establecer fácilmente un régimen de gananciales, en los que todos los bienes habidos dentro del matrimonio pertenecen a ambos por partes iguales.
De esta forma, se garantiza que la otra persona tenga acceso a los bienes en caso de que haya contingencias o para usufructarlos. Aunado a eso, en muchos países los matrimonios pueden hacer un régimen de separación de bienes para poder apartar las propiedades que cada uno de ellos adquiera a lo largo del tiempo.
Herencias y pensiones
Heredar todo lo que era de tu cónyuge no es complicado, pero si era solo un concubino, sí, y eso puede generar disputas familiares que nadie desea en un momento de duelo. Algo similar sucede con las pensiones, pues en la mayoría de los casos, la pensión de sobrevivencia se puede cobrar casi de forma automática si la pareja estaba casada.
Menos burocracia, más tradición
En resumen, la gran ventaja de estar casado es que se reduce la burocracia. Además, desde el punto de vista social, es mucho más sencillo seguir la tradición del matrimonio y sus separaciones, que la de explicar las uniones estables de hecho, aunque todo depende de los intereses de la pareja.
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